Tsipras y Meimarakis buscan cumplir rescate a Grecia pero con distinto acento
Atenas, 14 sep (EFE).- El debate televisivo celebrado AYER entre el izquierdista Alexis Tsipras y el conservador Vangelis Meimarakis puso de manifiesto que ambos persiguen el mismo objetivo, aplicar el programa de rescate para Grecia, pero con distintos acentos.
El líder de la izquierdista Syriza aseguró que, si gana las elecciones generales del próximo domingo, buscará compensar el impacto negativo del rescate negociando mejores condiciones para los flecos que han quedado pendientes, como la cartera de las deudas morosas en los bancos, las relaciones laborales o el problema del fondo de privatizaciones.
El presidente interino de Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, por su parte, hizo hincapié en mejorar las condiciones para los agricultores, a los que les espera en breve la eliminación de reducciones fiscales, o en rebajar la presión impositiva una vez que se haya logrado el primer superávit fiscal.
El de hoy era el segundo debate televisivo que se celebra de cara a las elecciones anticipadas del próximo domingo, pero el primero entre los dos principales contrincantes.
Meimarakis no escatimó en críticas hacia Tsipras, al que reprochó haber hundido la economía del país, pero al mismo tiempo volvió a tender un puente a la formación de una gran coalición.
«Está claro que no podemos ponernos de acuerdo en todo, pero podemos ponernos de acuerdo para un plan de futuro y para el equipo nacional de negociación», dijo Meimarakis, quien en los últimos días indicó que, en caso de ganar los comicios, nombrará un amplio equipo encargado de seguir las negociaciones con los acreedores, en el que espera contar con miembros de Syriza, pero también con tecnócratas.
Tsipras, por su parte, señaló que Meimarakis representa a un partido que aportó al país déficit y deuda.
El líder izquierdista se reafirmó en su rechazo a cooperar con Nueva Democracia, al asegurar que sería una alianza «contra natura» y las diferencias con Meimarakis «muy grandes».
«Habrá un Gobierno progresista o un Gobierno conservador», añadió para recalcar que, en caso de que Syriza logre la mayoría, buscará formar un gabinete con varios partidos.
«No hay duda de que habrá Gobierno. Reivindico la mayoría y, cuando me encomiende el presidente la formación de un Gobierno, intentaré que sea el más amplio posible», resaltó.
Tsipras reconoció que cometió errores, pero se mostró «orgulloso» por la batalla que dio ante los acreedores.
A su juicio, el mensaje de esa lucha es muy importante para las fuerzas del cambio en Europa.
«Las elecciones son muy importantes porque, si ganan los que lucharon, eso dará un mensaje positivo a las fuerzas del cambio y contra la austeridad en Portugal, España e Irlanda. Si no ganan estas fuerzas, los pueblos en esos países pensarán que no hay alternativa», opinó Tsipras.
Uno de los momentos más encendidos del debate se produjo cuando se abordó el problema de la crisis de refugiados.
Fue el momento en que Meimarakis abandonó su postura moderada de los últimos años y volvió al discurso ultraconservador que le caracterizó en el pasado.
El líder conservador responsabilizó a Tsipras de haber causado la llegada masiva de inmigrantes y refugiados con su política liberal de abrir fronteras.
Tsipras contestó que el problema de la guerra civil en Siria es global y no una cuestión de Syriza y recordó que fue su Gobierno, junto al de Italia, el que dio la batalla en Europa por que se buscara una solución.
Pese a la dura confrontación, ambos coincidieron en que la Unión Europea debe ponerse de una vez por todas de acuerdo y buscar una solución conjunta para lidiar con este problema.
El debate de hoy tuvo un formato más ágil que el anterior entre todos los líderes políticos, que fue calificado unánimemente por los medios de «monólogo paralelo» de los contrincantes.
Según la encuesta más reciente elaborada por el instituto Metros Analysis y publicada hoy por la cadena privada de televisión Ant1, Syriza y Nueva Democracia acuden empatados a las elecciones, ambos con el 31,6 % en intención de voto. EFE