Grecia, Italia y Bulgaria crearán centros registro de refugiados en dos meses
Bruselas, 24 sep (EFE).- La canciller alemana, Angela Merkel, anunció hoy que Grecia e Italia se han comprometido a tener operativos en noviembre unos centros de registro e identificación de refugiados, y que Bulgaria ha expresado su voluntad de establecer otro, al tener frontera con Turquía.
«Cualquier reparto (de refugiados), cualquiera que se acuerde, sólo puede hacerse si tenemos puntos de partida adecuados, es decir los llamados centros de registro», señaló Merkel en la rueda de prensa posterior a la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno.
«Los Estados miembros que están en la frontera exterior de la UE, es decir Grecia e Italia, pero también Bulgaria -que ha apuntado que, aunque no está en el espacio Schengen comparte frontera con Turquía- van a establecer centros de registro para, a más tardar, noviembre», explicó Merkel.
En esos centros se procede a la identificación, el registro, la toma de las huellas de los refugiados y migrantes, y al mismo tiempo se garantizará desde allí las eventuales devoluciones y el reparto de las personas, indicó.
Para Merkel, otro aspecto importante que debatieron los líderes fue cómo atajar las raíces del problema, lo que implica apoyar los esfuerzos internacionales para solucionar la crisis en Libia y en Siria.
También implica, dijo por su parte el presidente francés, François Hollande, ayudar con 1.700 millones de euros a Jordania, Líbano y Turquía para que puedan seguir acogiendo a personas y éstas «se queden lo más cerca posible de Siria o Irak, donde estas personas vivían hasta hace unos meses».
Francia aportará 100 millones de euros en dos años para ayudar a los refugiados a través del Programa Mundial de Alimentos, indicó.
Turquía, Jordania y Líbano «están seguramente al límite de lo que pueden hacer, pero no se han quejado nunca», señaló Merkel.
«Las ayudas se orientarán a los países de fuera de la UE que reciben gran número de refugiados y a los organismos que los ayudan, a que sus hijos tengan educación, que tengan un trabajo, en las regiones de donde son originarios. Es importante porque damos por fin un carácter global a la acción de Europa», sostuvo por su parte Hollande.
Merkel recalcó además la necesidad de entablar un «diálogo intenso» con Turquía para proteger las fronteras externas, y señaló que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mantendrá una reunión con los presidentes de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, el 5 de octubre.
«La protección (de las fronteras) no será posible sin Turquía», afirmó la canciller, quien subrayó que en este aspecto coincide «totalmente» con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
«Europa debe respetar las normas que la organizan: Schengen y Dublín. Para que pueda organizarse en lo referente a las cuestiones de inmigración», sostuvo Hollande, quien recalcó que las «tensiones» entre los líderes «no han desaparecido pero no se han manifestado» en la cumbre tras el acuerdo sobre el reparto de 120.000 refugiados la víspera.
«Es importante que Europa pueda estar unida sobre sus propias reglas», y ahí lo que va a contar son las acciones y la rapidez con la que se instalen los centros de registro, dijo.
Merkel reiteró que la construcción de vallas «no soluciona» el problema, porque no se puede proteger solo las fronteras externas, sino que hay que conversar con Turquía, solucionar la crisis en Libia y financiar la lucha contra las raíces, porque entonces «menos querrán venir» a Europa.
La canciller se mostró «muy satisfecha» con el resultado de la cumbre, porque, aunque no se ha dado aún una solución amplia y global, «hemos avanzado un paso de muchos» que aún quedan, y los líderes se han comprometido a responder a este reto «juntos y con una responsabilidad común».
«Ningún país ha dado a entender que vaya a desentenderse de sus obligaciones o que no comprendiera el sentido que debe darse a las palabras acogida, asilo o refugiados», sentenció Hollande. EFE