Jefe de ACNUR pide mejorar las posibilidades legales de acoger a refugiados
Atenas, 12 oct (EFE).- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, abogó hoy por mejorar las posibilidades legales de acogida de los refugiados y pidió que el programa de reubicación no se guíe por criterios tecnócratas sino humanitarios.
«Hay que mejorar sustancialmente las posibilidades de llegar a Europa legalmente, a través del reasentamiento, a través de visados o con programas de reunificación familiar», dijo el jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en una rueda de prensa al término de una estancia de tres días en Grecia, donde ha visitado distintos campamentos y se ha reunido con el Gobierno heleno.
Guterres recalcó que incrementar el reasentamiento -traslado directo desde los países de primera acogida como Líbano, Jordania o Turquía- ayudaría considerablemente a combatir el tráfico ilegal.
Otra posible herramienta para evitar el contrabando, añadió, sería la concesión de visados -recordó que Brasil ha ofrecido 20.000 visados a sirios- o de promover la reunificación familiar.
«Muchos tienen familiares en algún país europeo», dijo Guterres para subrayar que todos estos instrumentos ayudarían a evitar que estas personas se pusieran en manos de traficantes.
«No tiene sentido alguno pagar 1.000 euros para cruzar desde Turquía a Lesbos (unas 5 millas náuticas), cuando se podría cruzar legalmente», dijo el jefe de ACNUR quien calificó de «horribles» las situaciones por las que atraviesan los migrantes y refugiados para llegar de una costa a otra.
«Llegan en lanchas neumáticas que son de pésima calidad, pues se fabrican exclusivamente para este trayecto. Una vez en tierra se destruyen, son basura», dijo Guterres, quien durante el fin de semana visitó la isla de Lesbos, la que más está sufriendo la crisis de los refugiados.
En lo que va de año -hasta el 2 de octubre- entraron en Grecia 400.387 migrantes y refugiados, de los que el 41 % llegó en septiembre.
En la segunda quincena de septiembre, el número de llegadas diarias a las islas griegas era de 5.500; en la primera semana de octubre han arribado a un ritmo de 7.000 personas al día.
Respecto al programa de reubicación de 160.000 refugiados desde Grecia e Italia a otros países de la Unión Europea, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados hizo hincapié en la necesidad de que no se aborde esta cuestión desde una óptica tecnócrata, sino humanitaria.
Dijo que esto es algo en lo que coincidió completamente con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, con quien se reunió esta mañana y cuyo análisis «humanitario» de la situación elogió.
«Con el primer ministro compartimos que el problema debe tratarse desde una perspectiva humanitaria. No se puede abordar con una visión tecnócrata, con políticas basadas en reglas… La gente tiene que notar que es bienvenida», subrayó.
A su juicio, es importante que toda reubicación o reasentamiento de los refugiados se haga siguiendo los principios de no discriminación étnica, religiosa o política.
«Toda declaración de que solo serán bienvenidos los cristianos, lo único que hace es apoyar y justificar la propaganda de los grupos extremistas», afirmó Guterres, en alusión a que algunos países europeos se han mostrado dispuestos a acoger solamente a cristianos.
«Si hay algo de lo que puede estar orgullosa la civilización europea es de su tolerancia», sostuvo.
Guterres consideró que el acuerdo de la Unión Europea de reubicación «es un buen punto de partida», pero calificó que los 160.000 serán pocos, si se tiene en cuenta que ante la intensificación de los combates en Siria es previsible que en los próximos meses vengan más refugiados.
En ese contexto, recordó que el programa está limitado a sirios, eritreos e iraquíes, y se mostró partidario de ampliar las posibilidades para los afganos, que no cumplen íntegramente los criterios, pues solo cumplen el 70 % de los requisitos de protección internacional, en lugar del 75 % requerido.
Guterres quiso rendir «tributo» a la solidaridad demostrada por los griegos y afirmó que durante su visita a los campamentos en Lesbos y Atenas se quedó «impresionado» por el «trabajo voluntario, la actitud de la población y la implicación y solidaridad de los que trabajan con refugiados, que en medio de sus propias dificultades, intentan dar una dimensión humana a esta crisis». EFE