Sindicatos de funcionarios griegos se suman a la huelga general de noviembre
Atenas, 21 oct (EFE).- La confederación de sindicatos del sector público de Grecia (ADEDY) se sumó ayer a la huelga general de 24 horas que los sindicatos del sector privado (GSEE) han convocado para el 12 de noviembre.
Las centrales obreras protestarán contra las medidas acordadas por el Gobierno de Alexis Tsipras con los acreedores -Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Monetario Internacional- que prevén la liberalización del mercado laboral a cambio de los fondos del tercer recate.
El Parlamento griego aprobó el viernes pasado las primeras actuaciones para básicamente mejorar los ingresos del Estado, aumentar la edad de jubilación y luchar contra la evasión fiscal a cambio de 2.000 millones de euros.
Está previsto que en las próximas semanas se apruebe un nuevo paquete con reformas encaminadas a reformar los impuestos y las pensiones y que implican una mayor liberalización del mercado laboral, decisiones de las que dependen otros 1.000 millones de euros.
ADEDY criticó al Gobierno por no haber elaborado «una política eficaz para mantener la sostenibilidad de la Seguridad Social».
En un comunicado, indicó que el Ejecutivo «aceptó jugar el papel de la gestión y redistribución de la pobreza», lo que conlleva «una responsabilidad histórica con la situación de millones de trabajadores y jubilados, así como de las generaciones futuras».
La huelga del 12 de noviembre ha sido calificada como «la primera etapa de una lucha» que busca «impedir que la Seguridad Social sea completamente derrumbada y reivindicar un sistema que amplíe los derechos de los asegurados y garantice sus prestaciones», según el sindicato de funcionarios.
GSEE, por su parte, ha asegurado que estas reformas «incrementan los impuestos y eliminan todos los derechos laborales», lo que conlleva «el aumento dramático del desempleo».
El presidente de GSEE, Yanis Panagópulos, ha llamado a los trabajadores a manifestarse porque no pueden «permanecer pasivos ante las medidas que se aplicarán en el futuro». EFE