Grecia, presionada ante posible salida Schengen, sigue afrontando naufragios
Remes Calabuig. Atenas, 28 ene (EFE).- Grecia vivió hoy una nueva tragedia en el mar Egeo que se cobró la vida de al menos 25 refugiados, entre ellos diez niños, en un momento en que la Unión Europea (UE) sigue presionando al país con la posible expulsión del espacio Schengen si no mejora el control de sus fronteras.
La Comisión Europea estudió ayer un informe que señala que las autoridades helenas no realizan una identificación y un registro eficiente de los llegados.
Grecia se comprometió a tener listos hasta finales de 2015 cinco puntos de registro en las islas de Lesbos, Quíos, Samos, Leros y Kos, pero hasta el momento solo tiene operativo el primero.
El ministro de Migración, Yanis Muzalas, ha afirmado que estos puntos, también denominados «hot spots», estarán listos en febrero y «completamente operativos en marzo».
El Gobierno de Alexis Tsipras ha advertido de que las presiones para suspender el acuerdo de Schengen, que permite la libre circulación entre los ciudadanos de 26 países europeos, tratan de «aislar a Grecia» y no son «constructivas».
Atenas sostiene que la gran mayoría son refugiados que necesitan de protección internacional y tienen derecho a asilo.
De las más de 45.000 personas que han entrado por mar al país heleno en lo que va de año, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el 90 % proviene de Siria, Irak y Afganistán.
En la misma línea se pronunció hoy el alcalde de Atenas, Yorgos Kaminis, quien aseguró que los Estados comunitarios deben «demostrar solidaridad» y que Grecia, a pesar de cumplir su sexto año en recesión, la brinda a los que desembarcan en su territorio.
Kaminis se refirió así a las propuestas, recogidas por medios internacionales, para que el país acoja a centenares de miles de refugiados y migrantes a cambio de recibir un posible alivio de la deuda.
«Esto es inaceptable. Grecia tiene dignidad. Tenemos que respetar las obligaciones con la UE, pero no vamos a vender nuestra dignidad por aliviar nuestra deuda. Estoy seguro de que el Gobierno tendrá la misma posición si se le presenta esta propuesta», afirmó el regidor en una rueda de prensa organizada en uno de los centros de acogida de refugiados de la capital.
Este espacio está pensado para alojar a todos los que llegan procedentes de las islas, mientras organizan su partida hacia Macedonia para seguir después hasta el centro y norte de Europa.
Hoy al menos 25 personas perdieron la oportunidad de llegar hasta allí. La embarcación en la que viajaban naufragó ante la isla de Samos y, aunque un hombre pudo llegar a nado hasta la playa y alertar a los equipos de salvamento, éstos solo pudieron rescatar a nueve personas.
El Ejecutivo heleno defiende que la comunidad internacional debe negociar con Turquía ya que, a pesar de los acuerdos alcanzados entre Ankara y la Unión Europea, los traficantes siguen operando y las barcazas parten a diario desde sus costas.
Así lo ha asegurado Spyros Galinós, alcalde de la isla de Lesbos, una de las más afectadas por la llegada de botes, quien hoy recalcó la importancia de que la comunidad internacional actúe para detener el negocio de los traficantes y reubicar a los refugiados desde Turquía.
De este modo, aseguró Galinós, «no habrá más razones para que sean víctimas de la explotación ni para que se suban en barcas y pongan en riesgo sus vidas».
Otro aspecto que ha recalcado la portavoz del Gobierno, Olga Gerovasili, es que la readmisión de los inmigrantes irregulares por parte de los países de origen y de Turquía no tiene ningún efecto a pesar de los acuerdos internacionales.
En un comunicado, la portavoz recordó además que el programa de reasentamiento de refugiados ha quedado prácticamente suspendido, porque del total de 160.000 personas que debían ser reubicadas, solo han sido recolocadas 414.
Grecia ha pedido además reiteradamente a la agencia europea para la protección de fronteras exteriores (Frontex) recursos humanos y refuerzos técnicos, solicitud que solo ha sido atendida parcialmente, lamentó Gerovasili. EFE