Habitantes de Kos bloquean el acceso al previsto campamento de refugiados
Atenas, 6 feb (EFE).- Más de un centenar de habitantes de la pequeña isla griega de Kos bloquearon hoy con piedras y prendieron fuego en distintos puntos de la carretera que se dirige al terreno donde el ejército está instalando un campamento de refugiados.
Según informan los medios isleños, las protestas fueron sofocadas por la Policía que ya ayer intervino con gases lacrimógenos contra los manifestantes, en unos enfrentamientos que causaron tres heridos.
Por su extremada cercanía a las costas de Turquía, Kos es una de las principales puertas de entrada para refugiados y migrantes hacia la Unión Europea y una de las cinco islas en las que el Gobierno se ha comprometido a instalar centros de registro e identificación.
Hace una semana el Ministerio de Defensa aceptó implicarse más en la puesta a punto de estos centros, y ha enviado efectivos para ayudar en las tareas de construcción.
Este miércoles, los habitantes impidieron que el helicóptero del ministro de Defensa, Panos Kamenos, aterrizara en la zona cercana al terreno en que está previsto establecer este centro y le forzaron a aterrizar en otro punto de la isla.
Ante las presiones de la Comisión Europea (CE), que detectó «graves deficiencias» en el control de las fronteras exteriores por parte de Grecia, el Gobierno de Alexis Tsipras se comprometió a acelerar la puesta en marcha de estos centros, denominados también «hot spots» (puntos calientes), que debían de haber estado listos hasta finales de noviembre del año pasado.
Hasta ahora tan solo está operativo el de la isla de Lesbos, y según señalaron el viernes fuentes de la CE en Atenas, se está avanzando satisfactoriamente en los de Leros y Quíos, mientras que en Samos y sobre todo en Kos hay un claro retraso.
El alcalde de Kos, Yorgos Kyritsis (del socialdemócrata Pasok), se ha manifestado repetidamente en contra de la construcción de un centro tan grande -están previstos 40.000 metros cuadrados- en una isla tan pequeña.
Kyritsis ha criticado la falta de solidaridad y previsión por parte de los socios europeos, pues sostiene que su isla, que tan solo cuenta con 17.000 habitantes y es el cuarto principal destino turístico, se convertirá en un campamento de inmigrantes económicos si se cumplen los planes previstos y la UE rechaza un reparto proporcional de refugiados y migrantes.
En varias cartas al Gobierno y a la oposición, Kyritsis ha recalcado que su municipio está dispuesto a poner a disposición entre 4.000 y 7.000 metros cuadrados, pero exige más efectivos policiales, medios económicos y ayuda sanitaria, y un compromiso de que los que sean registrados abandonen la isla en un plazo de 24 horas.
La separación de los refugiados de los inmigrantes económicos en las islas, tal y como está previsto en el compromiso con los socios europeos, amenaza con convertir Kos en un campamento de inmigrantes y pone en peligro su principal fuente de ingresos, que es el turismo, sostiene Kyritsis.
En una carta enviada esta semana al nuevo líder de Nueva Democracia, Kyriakis Mitsotakis, el alcalde reafirmó además su exigencia de que las personas clasificadas como inmigrantes sean trasladadas a centros de detención en la plataforma continental de Grecia hasta su expulsión, y advirtió que si no aceptan su peticiones «realistas», la situación en Kos se descontrolará.
Mientras tanto, la situación en la frontera entre Grecia y Macedonia vuelve a estar crítica, ante la llegada masiva de refugiados y migrantes.
Cerca de 6.000 personas están esperando a poder cruzar la frontera, entre los que se encuentran en el campo de tránsito de Idomeni, y el más de medio centenar de autobuses que esperan en las cercanías.
La policía griega teme que las llegadas puedan dispararse, ya que los transbordadores han retomado sus actividades tras una huelga de 48 horas y se espera que miles de personas que esperan en las islas, inicien su trayecto hacia la frontera.
Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en lo que va de año han llegado por mar a Grecia alrededor de 69.000 refugiados y migrantes. EFE