Miles de agricultores ocupan con tractores Atenas contra reforma de pensiones
Remes Calabuig. Atenas, 12 feb (EFE).- La entrada de una veintena de tractores en la emblemática plaza de Syntagma, sede del Parlamento griego, simbolizó hoy el amplio rechazo social, en su mayoría de agricultores y autónomos, a la reforma de pensiones que el Gobierno negocia con los acreedores internacionales del país.
Estos veinte tractores fueron los únicos a los que la Policía permitió la entrada en Atenas y acompañaron a las 10.000 personas, según la Policía, que se concentraron a las puertas del Parlamento.
Allí les esperaba una multitud emocionada que entre aplausos y gritos de ánimo se concentró para exigir al Ejecutivo de Alexis Tsipras la retirada del plan que supone una subida de las cotizaciones y un aumento de los impuestos especialmente duro para campesinos y autónomos.
Entre eslóganes de «No a las medidas que acaban con los agricultores» o «En vez de acabar con los rescates destrozáis a los agricultores» algunos de los manifestantes vertieron botellas de leche y encendieron una hoguera con ramas de olivo.
Los trabajadores del campo se resisten a aceptar los planes del Gobierno que pretenden igualar el sistema de cotizaciones al de los asalariados, lo que implica elevar progresivamente sus cotizaciones del 7 % actual de su base imponible al 26,95 %.
Pese a que se trata de un aumento drástico, que forma parte de los planes de unificar todas las cajas de la seguridad social, el Ejecutivo recalca que los agricultores no tienen motivos de queja pues verán aumentadas sensiblemente sus pensiones.
En el plan gubernamental está contemplada una pensión estatal garantizada de 384 euros mensuales para los que hayan cotizado un mínimo de 15 años, mientras su caja de pensiones solo garantiza actualmente 168 euros mensuales.
Pero este argumento no convence a muchos, como Manolis, un agricultor llegado de Creta que junto a un grupo de paisanos ha decidido acampar en los jardines que rodean la plaza, donde han montado tiendas de campaña y una improvisada cocina para alimentar a todo el que se quiera quedar durante el fin de semana.
«No les creemos. Es una tontería, una mentira. Cuando la mayoría de diputados se ha puesto de acuerdo para poner una cuerda alrededor del cuello de los agricultores, ¿cómo les vamos a creer?», señala en declaraciones a Efe Manolis, presidente de una asociación de campesinos de Heraclion, en Creta.
Los agricultores, que llevan ya más de tres semanas montando bloqueos en numerosos puntos de la red vial del país, solo levantaron hoy algunos de ellos para facilitar la llegada de los compañeros a Atenas.
Mijalis, también originario de Creta, asegura que la reforma del sistema desincentiva la productividad, ya que a mayores ingresos mayores son los impuestos que se deben pagar.
«Nos animan a no producir, porque si aumentamos la producción aumentarán los impuestos que tengamos que pagar y al final nos quedará menos dinero. Por eso digo que se pongan serios (el Gobierno) y que examinen correctamente nuestro problema», asegura en declaraciones a Efe.
Ante el Ministerio de Agricultura, en el centro de la capital, se produjeron enfrentamientos entre los campesinos llegados de la isla de Creta, que lanzaron piedras contra los agentes antidisturbios, que respondieron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras.
Episodios similares se produjeron a la altura de la localidad de Dafní, uno de los accesos a Atenas, cuando la Policía prohibió a los labradores llegar a la ciudad con sus tractores.
Según fuentes policiales, hay cuatro campesinos detenidos por estos incidentes que comparecerán mañana ante el juez.
Además del aumento de las cotizaciones, otro de los grandes conflictos con el sector agrícola lo constituye la reforma fiscal, que en su mayor parte ya fue aprobada en otoño pasado y que contempla una fuerte subida de la presión fiscal a través de la abolición de numerosos privilegios, como, por ejemplo, en la compra de gasóleo.
Entre las medidas ya aprobadas figura además el incremento progresivo del impuesto sobre la renta de los campesinos del 13 % al 26 %, sin mínimos exentos.
A cambio, deja libres de imposición los subsidios europeos hasta los 12.000 euros anuales, ayudas que hasta ahora estaban sujetas a gravamen.
La posibilidad de desgravar estas subvenciones reducirá sensiblemente la base imponible de los agricultores y, según el Gobierno, beneficiará a los pequeños granjeros que se dediquen exclusivamente a esta actividad, pues uno de los principales argumentos de Tsipras es que el 80 % de los 350.000 agricultores asegura tener ingresos inferiores a los 5.000 euros anuales, cifras que no se corresponden con la realidad. EFE