UE apoya a Grecia para permanecer en Schengen ante presión de países miembros
Remes Calabuig. Atenas, 16 feb (EFE).- El Gobierno griego recibió hoy el apoyo de la Unión Europea (UE) para permanecer en el espacio Schengen y el reconocimiento a los esfuerzos en la gestión de la crisis de refugiados, en un momento en que algunos estados miembros apuestan por cerrar las fronteras si no se consiguen frenar las llegadas.
«Excluir a Grecia de Schengen no soluciona ninguno de nuestros problemas. No termina la guerra en Siria. No termina la llegada de migrantes a Europa y no es una solución europea común», afirmó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk durante una rueda de prensa junto al primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Tusk recalcó que la solución pasa por mejorar la protección de las fronteras exteriores «sobre todo aquí en Grecia», para lo que dijo que son necesarios «más esfuerzos por parte de Grecia» así como «más apoyo de los socios de la UE».
Tsipras recibió en Atenas a Tusk en el marco de la gira por distintas capitales europeas que el presidente del Consejo Europeo está realizando con el objetivo de llegar a acuerdos de cara a la cumbre que se celebrará en Bruselas el jueves y viernes para tratar la crisis de refugiados y las negociaciones de pertenencia de Reino Unido a la UE.
El primer ministro heleno recordó los esfuerzos de su Gobierno por poner en marcha los centros de registro de refugiados en las islas del Egeo y aseguró que la mejora de la gestión de esta crisis no pasa por amenazar a Grecia con el cierre de fronteras sino por buscar «soluciones europeas» basadas en el reparto justo de los llegados a suelo heleno entre los estados comunitarios.
«Una serie de Estados miembros propone soluciones nacionales. Estos países acusan a Grecia y amenazan con el cierre de fronteras. Estamos seguros de que esta postura llevará a Europa a un callejón sin salida, ya que la opción de jugar a ver quién tiene la culpa no soluciona los problemas», dijo Tsipras.
Se refirió así a la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia que ayer anunciaron que si Grecia no logra en dos meses proteger la frontera exterior de la UE de la llegada de refugiados, impulsarán una estrategia para detener el flujo migratorio en Bulgaria y Macedonia a través del envío de más efectivos policiales.
El grupo de Visegrado -que ha rechazado la propuesta de Bruselas de repartir entre todos los socios a los demandantes de asilo- firmó un «plan de apoyo alternativo» que presentarán en la cumbre europea.
Tusk recalcó que ni Grecia ni Europa han causado esta crisis y puso el ejemplo de cómo el país heleno ha reaccionado, ya que los ciudadanos de las islas son candidatos a ganar el Premio Nobel de la Paz «por su generosidad en ayudar a las personas necesitadas».
Precisamente en las islas de Lesbos, Quíos, Samos, Leros y Kos, las más afectadas por la arribada diaria de embarcaciones, es donde el Ejecutivo ha construido los centros de registro e identificación.
«Hemos cumplido con la construcción de los centros de registro y hemos hecho progresos, aunque debemos seguir con los esfuerzos», aseveró Tsipras.
Ante las presiones de la Comisión Europea que detectó «graves deficiencias» en el control de las fronteras exteriores, el Ejecutivo implicó al Ministerio de Defensa para acelerar la apertura de estos recintos, básicos para hacer la diferenciación entre potenciales solicitantes de asilo y migrantes irregulares.
El ministro de Defensa, Panos Kamenos, aseguró hoy en rueda de prensa, horas antes de desplazarse hasta Lesbos, Quíos y Leros, que tres de los cinco centros funcionarán desde hoy a pleno rendimiento.
Los centros están diseñados para registrar cada uno de ellos a un máximo de 4.000 personas al día y sus capacidades de acogida varían en función de la isla.
El de Lesbos se puso en marcha hace meses ya que esta es la isla que registra el mayor número de llegadas, mientras que Quíos y Leros abrirán hoy sus puertas y cuentan con espacio para albergar a 1.000 y a 600 personas respectivamente.
Los espacios ubicados en Kos y Samos se retrasarán, el primero debido a la oposición de buena parte de los habitantes y el segundo por razones técnicas, que lo llevarán a estar listo en una semana.
Una parte de los ciudadanos de Kos asegura que la instalación del campamento dañará fuertemente el turismo, la principal fuente de ingresos de la isla, y ha mostrado su oposición en varios enfrentamientos con la Policía, el último registrado este domingo.
«El de Kos estará listo en cinco días a causa de las protestas. La mayoría de las instalaciones ya están preparadas, falta la construcción de dos infraestructuras. En Samos las fuertes lluvias retrasaron las obras de una parte del centro», explicó Kamenos.
Las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) publicadas hoy muestran que más 78.000 personas han llegado por mar a Grecia en lo que va de año, 20 veces más que el mismo periodo de 2015. EFE