OCDE ve a Grecia en el buen camino, pero pide más reformas y alivio de deuda
Ingrid Haack. Atenas, 10 mar (EFE).- El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Ángel Gurría, ve a Grecia en el buen camino y con posibilidad de entrar ya este año en la senda del crecimiento, pero cree que son necesarias más reformas y un alivio de la deuda pública.
«En 2015 los resultados económicos fueron mejor de lo que se esperaba, con un retroceso del PIB de solo el 0,3 %… Calculamos que en este 2016 se logrará un estancamiento y que en 2017 se alcanzará un crecimiento del 1,9 % al 2 %», dijo Gurría en Atenas.
El secretario general hizo estas previsiones al presentar junto al primer ministro griego, Alexis Tsipras, el informe de la OCDE de este año para Grecia.
No obstante, insistió en la necesidad de que el Gobierno mantenga el curso de las reformas y sobre todo que las aplique.
«Reformas, reformas, reformas… aplicación, aplicación, aplicación», esas son, dijo, las claves para que Grecia recupere la confianza inversora y pueda incrementar las exportaciones, dos de los elementos fundamentales para lograr crecimiento.
Gurría recalcó además la necesidad de que Grecia y sus acreedores lleguen a un acuerdo que permita un alivio de la deuda.
«Grecia necesita un plan para reducir y hacer predecible el servicio de la deuda», señaló dando con ello la razón a una de las principales exigencias del Gobierno griego.
«Todo el que conoce los números, entiende esa necesidad», añadió.
En su informe, la OCDE propone ampliar el periodo de gracia y de devolución de la deuda, recomendación que Tsipras dijo compartir plenamente.
Para el año en curso, la OCDE contempla una deuda del 183,3 % del PIB, seis décimas por debajo de 2015, y para el próximo año prevé una reducción más pronunciada, hasta el 178,6 %.
En cualquier caso, estas cifras están a años luz del objetivo fijado con los acreedores al firmar el segundo rescate, que prevé una ratio de deuda del 120 % en 2022.
Gurría se mostró satisfecho de cómo ha evolucionado la cooperación con el Gobierno griego, con el que hace un año firmó un acuerdo para asesorarle de cerca en el proceso de reformas y en las negociaciones con sus acreedores.
Aún así, recalcó, todavía hay una serie de capítulos en los que se debe mejorar, sobre todo en la efectividad de reformas ya aprobadas hace años, cuya puesta en práctica se ve obstaculizada en buena parte por «intereses establecidos» y por insuficiencias administrativas.
Gurría propuso además a Grecia que aborde una nueva serie de prioridades que, aseguró, arrojarán beneficios a corto plazo, como reducir los oligopolios y eliminar regulaciones.
Sin embargo, dijo, uno de los principales retos que debe afrontar ahora Grecia es garantizar que las reformas que emprende conduzcan a un crecimiento «inclusivo», es decir que lleven a una mejora del bienestar de todos los estratos sociales.
En ese contexto, Gurría recordó que en los últimos años Grecia ha perdido una cuarta parte de su PIB y el desempleo llegó a dispararse hasta el 28 %, lo que generó una gran pobreza entre la población.
Por ello, remarcó, es necesario ahora aplicar instrumentos que permitan mejorar la vida laboral y ofrezcan protección a los más pobres y a los desempleados, como elevar el salario mínimo.
Según Gurría, las acciones para aliviar el coste social -programas de formación, subida de salario mínimo o planes para dar vivienda a los pobres- costarán previsible en torno al 1,5 % del PIB.
La OCDE está desarrollando con el Gobierno griego un informe sobre cómo se podrían reestructurar partidas presupuestarias para poder compensar este gasto adicional.
Tsipras recordó que el salario mínimo en Grecia está por debajo de la media de los países de la OCDE (entre 430 y 490 euros mensuales netos, en función de la edad) y abogó asimismo por recuperar la negociación colectiva como uno de esos instrumentos para obtener un crecimiento inclusivo.
Tanto el salario mínimo como la negociación colectiva eran dos grandes pilares del programa electoral del partido Syriza antes de ganar las elecciones hace un año, e iban a ser de las primeras leyes que iban a aprobarse.
Por exigencia de los acreedores este asunto se ha ido aplazando y por el momento no se ha abordado. EFE