Una crisis en el Gobierno en Grecia se suma a la de los refugiados
Óscar Valero e Ingrid Haack. Atenas, 16 mar (EFE).- Mientras que la Unión Europea (UE) todavía parece lejos de llegar a un acuerdo sobre los refugiados, en la víspera de la cumbre de Bruselas las llegadas a Grecia continúan, y, por si fuera poco, el primer ministro de este país, Alexis Tsipras, tiene que lidiar ahora con una crisis de Gobierno.
Más de medio millar de personas han llegado esta mañana desde las islas al puerto del Pireo, y las tiendas de campaña han aumentado su número considerablemente en la última semana, aunque aún se puede ver a muchas familias con niños instaladas con no más resguardo que mantas y sábanas.
Un grupo de afganos se han manifestado en silencio para denunciar estas condiciones de vida y han pedido de nuevo la apertura de las fronteras.
Tras ellos un grupo de sirios ha comenzado a pedir lo mismo ruidosamente con vítores a la canciller alemana, Angela Merkel.
A pesar de la reticencia de muchos a desplazarse a cualquier centro lejano a la frontera con Macedonia, como Idomeni, los responsables del sistema de relocalización de la Oficina Europea para el Apoyo al Asilo han visto largas colas de refugiados ante sus mesas.
Los migrantes del Pireo han recibido hoy además una visita inesperada: la de la actriz estadounidense Angelina Jolie, en su función como embajadora de buena voluntad de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Jolie ha recorrido las instalaciones de este campamento improvisado que alberga a más de 4.000 personas entre los exteriores y las salas de espera.
La actriz ha visitado diversas terminales del puerto más grande de Grecia en donde ha tenido la oportunidad de hablar con algunos de los refugiados.
Jolie se encontró con una familia de sirios que le relató entre lágrimas su peligroso viaje desde las costas turcas.
Además se encontró con varios refugiados de diversas nacionalidades a la salida de uno de los centros de acogida improvisados.
La actriz, que no quiso hacer declaraciones a los medios durante toda su visita, viajará esta tarde a Idomeni.
En total, son más de 43.000 los migrantes y refugiados repartidos por todo el territorio heleno, de los cuales algo más de 10.000 malviven en el campamento provisional de Idomeni en la frontera con Macedonia.
La portavoz del Gobierno, Olga Yerovasili, insistió hoy en que no habrá un desalojo forzoso de este campamento y que el Ejecutivo mantiene su línea de intentar convencer a las personas que acampan allí de la necesidad de que sean trasladados a instalaciones de acogida fijas.
Allí podrán obtener alojamiento, comida y atención médica, resaltó Yerovasili.
La Asociación Panhelénica de Médicos ha pedido al Gobierno que tome medidas adecuadas para prevenir una epidemia hepatitis A tras detectarse ya dos casos de esta enfermedad -en dos niños- a lo largo de la última semana.
Por si Grecia no tuviera ya suficiente con la crisis económica y de refugiados, ahora tiene también una de Gobierno.
El ministro de Defensa, el nacionalista Panos Kamenos, ha pedido la dimisión del titular de Migración, Yanis Muzalas, por usar el término de Macedonia al nombrar a la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), el único nombre que Grecia acepta oficialmente para referirse el país vecino.
Aunque Muzalas se ha disculpado por este lapsus, Kamenos no se da por satisfecho, y ha señalado que «los errores en política se pagan».
Tras una reunión con Tsipras, el líder nacionalista recalcó que si bien mantiene su apoyo al Gobierno, no así a Muzalas.
A la vista de la importancia de la cumbre europea y de que Muzalas ya se encuentra en Bruselas, ambos alcanzaron una solución salomónica que consiste en dejar la solución del problema para después de este Consejo.