Ceferin se da a conocer para renovar la UEFA
Olga Martín. Madrid, 14 sep (EFE).- La UEFA empezó este miércoles una nueva era con la elección de Aleksander Ceferin como presidente, un abogado de 49 años que preside la Federación Eslovena desde hace cinco, casi un desconocido y con un perfil muy distinto de su predecesor, Michel Platini.
28 de 55 eran los votos que necesitaba para ser elegido en primera votación y superó la cifra con creces. Sin nulos ni abstenciones, Ceferin arrastró 42 papeletas a su favor y dejó únicamente con 13 a su único rival, el holandés Michel van Praag.
La experiencia de éste -presidente del Ajax desde 2008-, su veteranía en UEFA, de la que es parte desde el año 2000, y el respaldo de la Federación Inglesa no fueron suficientes para forzar una segunda votación, en la que la mayoría simple era suficiente.
Van Praag no pudo recuperar votos que podrían haber sido para Ángel Villar si el español hubiera continuado en la carrera en lugar de retirarse la semana pasada. El holandés no hizo sombra a una candidatura que ya llegó con el cartel de ganadora al Congreso de Atenas.
Desde que a principios de junio el ruso Vitali Mutko, ministro de Deportes y presidente de la Federación de Fútbol de su país, anunció el apoyo a Ceferin de trece países, tras una reunión del grupo regional de la UEFA en Moscú, la carrera del esloveno ha ido a más.
Desde entonces hasta hoy ha tenido que desmentir ser el candidato del presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, y ha tratado de explicar cómo desde un «segundo plano» ha logrado tanto apoyo. «Creo que la gente confía en mi. Nadie que se esconde puede reunir 42 votos de toda Europa».
Hoy, en Atenas, antes de la votación, Ceferin ofreció buen gobierno, transparencia, responsabilidad social, sostenibilidad y una organización líder. Habló con humildad. Se definió ante los congresistas como «un colega y un pragmático, no un soñador».
También fue generoso y respetuoso con todos. Antes que con nadie con Infantino. Después con Platini, que dijo tomar la palabra en el Congreso de la UEFA por última vez para decir que tiene «la conciencia tranquila». Y por último con Ángel Villar, por el buen trabajo hecho este año desde la interinidad en la presidencia.
«No me puedo declarar como un líder. Sólo las asociaciones pueden decidir si lo eres. ¿Demasiado joven e inexperto?. No lo se. Tengo casi 50 años. Soy un hombre de convicciones, un hombre hecho de su trabajo. No soy un ‘showman’ ni un hombre de promesas no realistas. Estoy preparado para llevar a la UEFA a un nuevo nivel».
Esas son las pretensiones del séptimo presidente de una organización fundada en 1954. Un abogado que ha cruzado el Sahara cinco veces y que tiene buen trabajo por delante después de casi un año de transición en UEFA por la sanción a Platini.
Además de limitar los mandatos del presidente y d elos miembros del Comité Ejecutivo, Ceferin debe normalizar relaciones con agentes del fútbol como las Ligas, sublevadas por la reforma de las competiciones de clubes prevista a partir de 2018.
Ésta, que no incluye cambios en el sistema de competición pero si en el modo de clasificación, de forma que los primeros cuatro clasificados de las cuatro mejores federaciones entren directamente a la fase de grupos de la Liga de Campeones, tendrá un impacto negativo, según las ligas, que ven «inaceptable» la forma en que la UEFA ha llevado a cabo el proceso.
Hace nueve años Michel Platini tuvo que bregar con el llamado «G-14», el todopoderoso grupo de clubes que acabó por desaparecer meses después de que el galo empezara a mandar en la UEFA. Hoy Ceferin ha dicho que el fútbol es lo primero. Su etapa acaba de empezar y en la primavera de 2019 el Congreso que hoy le ha respaldado aprobará o cuestionará su gestión. EFE