Tsipras defiende la condición de izquierdas de Syriza pese a aplicar rescate
Ingrid Haack y Yannis Chryssoverghis. Atenas, 13 oct (EFE).- El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, defendió hoy la condición de izquierdas de Syriza, y aseguró que en casi dos años en el poder y a pesar de estar encorsetado por la austeridad del programa de rescate, su Gobierno ha podido aplicar una serie de políticas sociales y de crecimiento.
«Hemos puesto en marcha un programa para la gestión de la crisis humanitaria…un programa para hacer frente al desempleo con enfoque en el respeto de los derechos laborales…el acceso de los que no tienen seguro médico a los hospitales… defendimos el carácter público de la seguridad social», señaló Tsipras ante los ante los 2.800 delegados reunidos en el estadio de Tae Kwon Do de Atenas.
Si bien hizo un amplio repaso a las mejoras que ha logrado su Gobierno, evitó mencionar todos los recortes que también se han llevado a cabo.
Gracias a las políticas activas y sociales, el desempleo en Grecia ha bajado en cuatro puntos porcentuales durante el mandato de Syriza, recalcó.
El líder de Syriza invitó a sus correligionarios a hacer durante los próximos cuatro días un análisis sobre el camino a seguir y meditar si la salida del euro, por ejemplo, hubiera sido una opción progresista y a plantearse si el partido debería abrirse a otras fuerzas de la socialdemocracia y de los verdes europeos.
Su respuesta fue inequívoca en ambas cuestiones. Rechazó categóricamente la salida del euro como una opción progresista y defendió una apertura a nivel europeo.
«Debemos intentar convergencias con la socialdemocracia europea y los verdes, sin olvidar los límites de tales convergencias y los riesgos que incluyen», señaló.
El planteamiento de abrirse hacia el centro es uno de los temas cardinales de este congreso.
Estará además el análisis sobre la redefinición de un partido nacido como formación minoritaria y convertido en fuerza en el poder, lo que en poco tiempo le ha llevado a perder el 15 % de sus afiliados y a caer estrepitosamente en las encuestas.
A pesar de las decepciones internas y externas que ha causado la Syriza en el poder, no parece probable que el congreso acabe en nuevos cismas.
Las tres principales corrientes del partido han presentado a debate varios documentos, que en líneas generales ponen de manifiesto que podrá haber muchas voces, pero ninguna disidencia profunda tras la marcha el año pasado del ala más izquierdista que formó su propio partido, la Unidad Popular.
De los tres movimientos el más «radical» es el denominado Grupo +53, en alusión al número de diputados que lo componen y que supuestamente dirige el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, si bien no es algo que se haya publicado oficialmente.
En su texto para el congreso, este grupo reclama nuevamente un programa más visible para contrarrestar las consecuencias del rescate y no se da por satisfecho con las medidas sociales anunciadas hasta ahora.
El grupo incluso dice que si continúan las «extorsiones» de los acreedores es preferible caer «heroicamente» en la resistencia contra la troika que de forma «humillante» por la propia sociedad.
Se trata de una posición que no es nueva y suena más amenazante de lo que ha demostrado la práctica política, pues Tsakalotos es al fin y al cabo el interlocutor principal de los acreedores y por tanto máximo ejecutor del programa de ajustes.
Entre las corrientes hay también diferencias respecto a si el partido debe o no abrirse más a posiciones de centroizquierda, y nuevamente este grupo defiende las tesis menos conciliadoras.
A su juicio, la socialdemocracia europea no puede ser un aliado de la izquierda por tener una «gran responsabilidad» en las consecuencias de la crisis «sobre la vida de la gente» y en varios países tiene posiciones que coinciden con la derecha, como por ejemplo en la misma Grecia o en Austria, donde han asumido un «protagonismo negativo en la crisis refugiados».
La mayoría de los delegados consultados por Efe esperan sobre todo que del congreso salga una clara señal de que el partido mantiene su autonomía frente al Ejecutivo y «no se vea reducido al mero papel de ser una herramienta de apoyo de la acción gubernamental», como señala Ronia, una empresaria turística.
Muchos reconocen no estar satisfechos con la labor desempeñada hasta por el Gobierno -opinión que, según una reciente encuesta comparte el 85 % de la sociedad- pero al mismo tiempo no quieren estar en la oposición, sino un partido más cercano al pueblo. EFE