En femenino
Ya en otras ocasiones me he encontrado titulares en los periódicos digitales que leo, que me han hecho dudar de si estaba en la “prensa seria” o en El Mundo Today (que, por si no lo sabes, es un periódico digital en el que las noticias son disparatadamente divertidas). Hoy, por ejemplo, he encontrado uno que decía que la revista Glamour, en su edición estadounidense, había premiado, en sus galardones “a la mujer del año” a Bono. ¿Cómo te quedas?
Lo primero aclarar que el Bono al que me refiero es es al cantante de U2, y no el expresidente del Congreso español.
Dicen los de la revista que la razón de su decisión es que es un hombre que trabaja mucho por la igualdad. Y no te digo yo que no, que es verdad que el chico se curra la cuestión solidaria en toda su amplitud. Sabido es que su papel en el proceso de paz en su país fue muy importante, conocemos muchas de sus acciones en defensa de los Derechos Humanos, también es conocida su campaña en contra de la feminización de la pobreza y hasta le vimos en un Congreso del PPE pidiendo una Europa más solidaria con su gente. Y que canta estupendamente también lo sabemos.
Pero ¿darle el premio de Mujer del Año? De entrada, lo que han hecho, es quitarle protagonismo a las mujeres que también han sido premiadas en esa lista de “Mujeres del año”, a saber: Patrisse Cullors, Opal Tomet y Alicia Garza, tres afroamericanas fundadoras de la organización “Black lives matter”; Emily Doe, víctima del violador de Standford; Gwen Stefani, cantante; Ashley Graham, modelo y actriz; Miuccia Prada, diseñadora; Simone Biles, gimnasta y hasta le dan un premio a Christine Lagarde, la Directora del FMI (aunque yo a esta señora tampoco la premiaría por nada, la verdad).
Y además, ¿es que no hay miles de ejemplos de mujeres que se merecerían este premio, aunque sólo busquemos entre las conocidas?
Mira, sin ir más lejos, y en el mismo periódico en el que he leído esta noticia, me he encontrado con la historia de Lina Hussein, una mujer afgana que decidió dejar su país junto con sus dos hijos y su madre, huyendo de su marido. Lina, de 23 años, fue obligada a casarse con un hombre veinticinco años mayor que ella que la maltrató física y psicológicamente y que la violó en numerosas ocasiones. Harta de tanto sufimiento decidió poner tierra por medio, y no sabes cuánta, porque atravesó Pakistán, Irán y Turquía hasta llegar a la isla griega de Lesbos pocos días antes de que la Unión Europea sellara sus fronteras (un premio para ellos también).
La situación que vive esta mujer afgana, llamó la atención de Iris, una voluntaria española que ha recopilado sus datos, para que fuera incluida dentro del grupo de casos vulnerables, que la Plataforma Bienvenidos Refugiados España (BRE) recopiló y entregó en verano al Ministerio de Exteriores, solicitando el traslado de estas personas a España por motivos humanitarios.
Pero aunque el Ayuntamiento de Madrid se sumó a esta petición y el pasado 24 de octubre anunció que “en una llamada personal de Soraya Sáenz de Santa María a Manuela Carmena», el Gobierno notificó que había comenzado el trámite con su homólogo griego, para efectuar el traslado de estas personas”, hasta el momento no han recibido ninguna comunicación oficial al respecto.
¿Y sabes lo peor?, que por lo visto el marido la ha encontrado, y por medio de las redes sociales se ha puesto a amenazar a la voluntaria y a acusarla de traidora, que la pobre está que no le llega la camisa al cuello, como si no tuviera bastante con el trabajo que hace como para tener que vérselas con maridos maltratadores despechados.
No te copio la carta que Lina ha escrito pidiendo ayuda porque te fastidio el espíritu del viernes fijo, pero si la quieres leer, pincha aquí
Así que, señores de Glamour, por mucho que se las quieran dar de modernos (o de dar un golpe de marketing), tristemente, si no estamos todavía a la par ni siquiera en lo que a libertades se refiere, cómo lo vamos a estar en premios (véase el Nobel), por lo tanto, si hacen uno -que me parece muy bien- dedicado a las “Mujeres del año”, no nos insulten dándoselo a un hombre. Con todos mis respetos hacia el señor Bono.
Lola Larreina para AtenasDigital.com