Guri

A ver, que ya te veo leyendo el título y diciendo ¿y eso qué es lo que es?. Que conste que lo he escrito españolizado, para que te aprendas bien cómo se dice, que luego andamos pronunciando como hacían mis padres con los actores de Hollywood (Espencer Traci y Jinjer Rojers, por ejemplo). En griego sería Γούρι, transcripción literal: Gouri.

Pues el “guri”no es otra cosa que un amuleto de la suerte. Y en Grecia es tradición regalarlos antes de que comience el año nuevo, con el número del año que empieza. Puede ser una pulserita, o un colgante, o un llavero, o un adorno que poner en la casa.

A mí es una costumbre que desde que llegué a estos lares, me encanta. Aparte la cuestión supersticiosa, que todos negamos, pero todos tenemos, me parece una preciosa manera de desearle feliz año nuevo a alguien, dándole a la vez un objeto que haga que el deseo perdure, materialmente, durante todo el año.

Todas las tiendas de joyería y de bisutería tienen su “guri” por estas fechas. Los más afamados joyeros griegos, como Lalaounis y Zolotas, sacan cada año uno, normalmente guardando una uniformidad con los de los años anteriores, pero variando el motivo (aparte del número del año, se entiende).

Yo me aficioné a ellos desde que llegué. En concreto a los de Lalaounis (Es la tienda que tenemos en mi barrio. Me cuentan que antes también había tienda de Zolotas, pero con la crisis cerró). Como fue en Septiembre de 2013, el primero que tengo es del 2014, así que este año me compro el cuarto, porque una vez que empiezas con una tradición de este tipo, pues ya la sigues.

Este “guri» que compro (para mí) quedará como efeméride de cada año de estancia en Grecia, por eso lo de haber elegido un joyero emblemático (y con tienda cercana, añadiré). Cuarenta euros me costó el primero y este año he pagado 55. Subida de cinco euros por año. Bueno.

Como aquí la tradición de intercambiar lotería por navidad no se lleva, esta costumbre de los guris me viene de perlas para la familia y los amigos en España. Cada diciembre me planto en una joyería del barrio, donde ya me conocen y les dejo sin existencias de pulseritas con el número del año. (que venía pagando a entre 10 y 15 euros). Y no veas lo bien que he quedado siempre con esto. Una chorradita, pero estilosa y barata. Y como suele ser (o solía, también me duele reconocer que en este tema también se están “dejando” los griegos), con un envoltorio de lo más cuidado que hace parecer la baratija, joya. No se puede pedir más.

Pero me parece a mí que este año la cosa se va a poner más complicada. Y no porque haya bajado la oferta, que aquí hace un guri hasta el panadero, pero antesdeayer salí a hacer mi acopio de amuletos anual y cuando llegué a la joyería y me enseñaron los modelos, se me cayó el alma a los pies. Primero por feos, y segundo por caros. No había pulserita sin “brilli-brillis” ni por debajo de veinte euros la unidad. Y claro, teniendo en cuenta que solía llevar entre diez y quince, pues echa tú las cuentas…

Qué pena. Para una cosa que me hacía ilusión de la navidad… Pero no puedo presentarme sin los “guria” (así se dice en plural) en España, que fijo que ya lo están esperando todos. Algo tendré que hacer… Pues mira, yo creo que en lugar de pulserita a cada uno, voy a llevar un amuleto por casa, y que se den todos por protegidos.

Y a los que tengan en la familia bebés en camino, se lo recomiendo encarecidamente. Luego no digas que no te doy ideas de regalos. Buen finde y a disfrutar, que se anuncia sol radiante y temperaturas de hasta 18 grados. Qué suerte que la crisis no pueda meter mano a esto.

Lola Larreina para AtenasDigital.com