Olympiakos toma el Palau y sitúa al Barcelona al borde del abismo
Se presentaba una tarde-noche de jueves cargada de emociones en la ciudad Condal, ya que Barcelona, albergaba un evento de primer nivel deportivo durante dicha cita del calendario. Si bien nos centraremos en el partido de Euroliga que se disputó en el Palau entre los propios blaugranas y Olympiakos, todo un clásico del viejo continente, no debemos pasar por alto esta encarnizada eliminatoria de la Copa del Rey del fútbol español, en la que el equipo de fútbol del Barcelona ganó al Athletic de Bilbao la noche antes en la propia Barcelona.
En lo referente a este nuevo encuentro continental que colocó frente a frente a dos de los clubes más emblemáticos del baloncesto europeo, decir que Olympiakos, a pesar de llegar mermado por la baja de su líder, el mítico Vassilis Spanoulis, continuó con su senda victoriosa en esta exigente competición, asestando un duro golpe a un Barça que debe reaccionar de inmediato si pretender conservar esperanzas de clasificarse para el Top 8 del torneo. El marcador presentó un 67 a 69 favorable a los helenos al pitido final.
El equipo local había dado síntomas de aparente mejoría en los últimos partidos, pero volvió a retroceder de sobremanera en cuanto a sus aspiraciones, tras perecer ante un rival más experto y asentado en la clasificación.
Para el Barça, esta derrota le repercute directamente, al quedarse cada vez más descolgado del vagón de cabeza conformado por los 8 equipos que actualmente disputarían la fase final. Pero no sólo eso, ya que tal lance vuelve a arrojar serias dudas sobre el funcionamiento del conjunto dirigido por Bartzokas, que cuenta en su haber con 7 victorias y nada menos que 10 derrotas por el momento. Cifra bastante decepcionante si nos referimos a una escuadra del calado del Barcelona en el basket continental, que no puede permitirse esta brecha de dos partidos que le distancia ya del playoff.
Por su parte, Olympiakos regresa a territorio heleno asentado en la tercera posición, con 12 victorias y únicamente 5 partidos terminados con derrota. Precisamente, empatado en el ranking con el archienemigo histórico del Barcelona, el Real Madrid, y únicamente superados por el principal favorito para reeditar conquista, el poderoso CSKA de Moscú de Teodosic y Nando De Colo, que cuenta con un partido ganado más que ambos. En cualquier caso, una posición envidiable para un equipo que sigue sorprendiendo a propios y extraños cada día con su espíritu coral de equipo, aunado a su clásica fortaleza mental, propia de los más grandes gladiadores de este deporte. Pocos grupos responden al concepto de “equipo” como lo hacen estos muchachos del Pireo.
En lo referente estrictamente al partido, decir que en el Barcelona el mejor fue el finlandés Koponen (16 puntos), tan sólo acompañado un poco por el base estrella local, Tyrese Rice, que volvió a dar alarmantes síntomas de agotamiento (también mental). Y no es raro, ya que el peso ofensivo de su escuadra está recayendo en gran medida sobre su figura. Sus 15 puntos (esta vez con malos porcentajes) resultaron estériles para rescatar a los suyos.
Por parte griega, ensalzamos la labor de Printezis (16 en su haber), este incombustible “viejo rockero”, que tomó el testigo de líder ante la ausencia de Spanoulis. Estuvo bien secundado por todo Olympiakos, pero especialmente por Lojeski (11) y Papanikolau (8).
El próximo partido hará que los chicos de Sfairopoulos vuelvan ante su público, y otra vez ante un rival ibérico, el sorprendente Caja Laboral de Sito Alonso, que llegará en gran estado de forma (a pesar de su última derrota en la cancha del Darussafaka de Blatt), de la mano de sus referentes: Shane Larkin, Rodrigue Beaubois, o el húngaro Adam Hanga, entre otros.
El morbo está servido…