El FMI reconoce «diferencias» internas sobre condiciones de rescate a Grecia
Washington, 7 feb (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) reconoció hoy «diferencias» internas sobre cómo encarar la salida a la prolongada crisis económica de Grecia, a la vez que insistió en que la situación económica del país heleno es «insostenible» sin reformas estructurales y alivio de deuda.
«Existen diferencias de opinión porque se trata de un tema complejo. Pero hemos visto cómo estas diferencias se han ido reduciendo en el último año», apuntó Poul Thomsen, director del Departamento de Europa del FMI, en una conferencia telefónica para comentar la revisión anual de la economía griega.
Thomsen recalcó que «a no ser que se apliquen reformas serias fiscales y pensiones», que vayan acompañadas de un «alivio de deuda», la trayectoria de la deuda es insostenible» ya que no ve más espacio por el lado de «ajustes adicionales».
La deuda pública actual de Grecia alcanzará el 181 % del Producto Interior Bruto (PIB) este año, y sin modificación llegaría a la cifra «explosiva» del 275 % en 2060.
En un comunicado inusual lenguaje, dado que normalmente se redactan de manera consensuada, la institución dirigida por Christine Lagarde reconoce que tras la presentación del informe al Directorio Ejecutivo algunos miembros habían mostrado «diferentes perspectivas sobre la senda fiscal y la sostenibilidad de deuda».
El Fondo eludió detallar quiénes habían sido los países que habían expresado sus dudas al respecto de la credibilidad de los cálculos dentro del tercer programa de rescate a Grecia acordado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Algunos miembros consideran viable que Grecia pueda lograr a partir de 2018 un superávit primario (antes del pago de intereses) del 3,5 % del PIB, como está fijado en el programa de asistencia financiera, mientras otros lo consideran inviable y solo lo ven posible con uno del 1,5 %.
El Fondo aún no ha decidido si participará en el tercer rescate por valor de 86.000 millones de euros.
Por su parte, los socios europeos, con Alemania a la cabeza, quieren que el organismo esté presente para dar credibilidad al nuevo programa financiero.
Atenas, sus acreedores y el Fondo aún deben concluir la segunda revisión del rescate, que sigue pendiente por las discrepancias sobre las reformas helenas en el mercado laboral y energético, así como así como sobre la trayectoria fiscal para el país a partir de 2018 y el mecanismo de contingencia necesario en caso de que se desvíe de la misma.
El informe señala que Grecia regresó a un «modesto crecimiento» del 0,4 % en 2016 y pronostica que se acelere al 2,7 % este año. EFE