ACNUR traslada a refugiados de naves industriales a hoteles en Grecia
Atenas, 8 feb (EFE).- La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha desalojado dos naves industriales en el norte de Grecia en las que malvivían centenares de refugiados, en su mayoría sirios, que han sido trasladados a hoteles, apartamentos y campamentos dotados de calefacción.
Según informó hoy a Efe el portavoz de la ACNUR en Grecia, Roland Schoenbauer, la operación de evacuación comenzó en diciembre y concluyó ayer.
El traslado se realizó a petición del Ministerio de Migración griego y en cooperación con otras organizaciones humanitarias.
Según Schoenbauer, las condiciones en las viejas naves industriales eran inhumanas, sobre todo en el duro invierno que está padeciendo el país, pues fueron acondicionadas para una acogida provisional durante la llegada masiva de refugiados.
En un principio, el ministro de Migración, Yannis Muzalas, se había puesto como meta desalojar estos almacenes en septiembre pasado.
A juicio de Schoenbauer, los retrasos se debieron a que «el país sigue adaptándose a la situación creada por el cierre de fronteras (hace más de un año, en la ruta) de los Balcanes, que le obligó a encontrar alojamiento de la noche a la mañana para entre 50.000 y 60.000 personas».
Todavía quedan por trasladar unas 270 personas que permanecen en tres naves con características similares a las dos desalojadas, evacuación que, según la fuente, se espera pueda arrancar en breve.
La ACNUR ha alquilado numerosos apartamentos y habitaciones de hotel a precios especiales para refugiados, una operación que se está efectuando con éxito en la parte continental de Grecia, pero no en las islas, donde, sobre todo en Samos, las autoridades locales y los hoteleros se niegan a ofrecer espacios adicionales.
El problema es que justamente es en las islas donde hay los peores problemas de superpoblación, debidos a la lentitud del proceso de registro de migrantes por falta de personal y porque el goteo de llegadas es permanente.
Muzalas ha reclamado repetidamente el incremento de personal de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO), reivindicación que también ha formulado la ACNUR en repetidas ocasiones.
El acuerdo de devolución de migrantes firmado entre la Unión Europea y Turquía en marzo de 2016 establece que solo pueden trasladarse de las islas al continente aquellas personas que hayan entrado en el proceso de asilo, pero no las que deben ser deportadas.
El hacinamiento en las islas, donde en campamentos como el de Samos el número de refugiados dobla el de la capacidad disponible, ha hecho elevar la alarma de las organizaciones humanitarias.
«No puedo comprender por qué los hoteleros de Samos se cierran en banda a acoger refugiados, siendo que estamos en temporada baja y las habitaciones están vacías. La isla está creando imágenes terribles con su campamento superpoblado. Eso no puede ser bueno para posicionarse en el mercado turístico», sostuvo Schoenbauer.
«Duele en el corazón ver cómo sufre la gente, ver que 700 personas, la mitad del campo, viven en tiendas de campaña sin calefacción», añadió.
La ACNUR volvió a apelar a las autoridades griegas y europeas a agilizar el proceso de registro de los migrantes y a permitir su traslado al territorio continental de Grecia. EFE