Agricultores griegos protestan mientras Gobierno se prepara para acreedores
Ingrid Haack. Atenas, 14 feb (EFE).- Miles de agricultores protestaron hoy en Atenas contra la subida de sus impuestos en lo que supone una nueva manifestación del descontento popular que ha desencadenado los recortes asociados a los sucesivos rescates de Grecia.
Los agricultores se concentraron ante el ministerio de Agricultura y luego marcharon por el centro de Atenas hacia la plaza Syntagma, donde ante las puertas del Parlamento reclamaron una bajada de sus impuestos y de sus cotizaciones a la Seguridad Social.
Los campesinos arremetieron además contra las políticas de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Hemos venido para luchar contra la política agrícola de la UE del FMI y del BCE y de sus servidores políticos, que nos destrozan», se quejó a Efe Petros, agricultor de 64 años, que añadió que «el mercado está muerto, los mayoristas compran la producción a precios muy bajos, pagan cuando quieren, lo que quieren».
«Nuestros campos están siendo abandonados», se lamentó por su parte Yannis Vrantsas, campesino de Tesalia (en el centro de Grecia) de 30 años, que indicó que «todos los jóvenes abandonan los pueblos, porque no merece la pena trabajar allí. No cobran lo suficiente para vivir».
Mientras, el Gobierno de Alexis Tsipras se prepara para recibir mañana la visita del comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, de quien espera obtener el respaldo para una solución «política» a las estancadas negociaciones sobre la segunda revisión del tercer programa de rescate a Grecia.
El socialista Moscovici es actualmente uno de los «amigos» de Grecia en la pugna entre las instituciones acreedoras, como volvió a dejar de manifiesto en la rueda de prensa celebrada el lunes en Bruselas, en la que pidió que se tengan en cuenta los avances realizados por el Gobierno de Atenas.
El comisario llamó a los socios «a asumir su responsabilidad» tal como han hecho las autoridades griegas.
Aludió con ello a las reticencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) a sumarse al programa de rescate.
Firmado en verano de 2015, a día de hoy el Fondo todavía no ha decidido si participará en él, pues no comparte los objetivos fiscales que dibuja el programa de asistencia para los años posteriores al final del rescate, es decir, a partir de 2019.
El FMI exige de Grecia que legisle de antemano medidas por valor de 3.600 millones de euros para el caso de que no alcance a partir de 2018 un superávit primario del 3,5 %, algo que el Gobierno se niega por ahora.
El Gobierno griego no vería inconveniente en que el FMI se quedara fuera del rescate, aún mas teniendo en cuenta que los europeos no comparten la que para Atenas es la parte positiva de las reivindicaciones del Fondo: un alivio sustancial de la deuda pública helena.
La clave de la solución está en Alemania y sobre todo en su ministro de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, quien ha asegurado repetidamente que si el FMI se desvincula del rescate, el Parlamento alemán deberá decidir nuevamente sobre ello, algo que no corrobora en cambio el departamento jurídico del Bundestag.
El portavoz del Gobierno griego, Dimitris Tsanakópulos, instó hoy a Berlín a acabar con exigencias «ilógicas» como reclamar a Grecia que mantenga un superávit primario del 3,5 % no solo en los primeros años después del rescate, sino durante toda una década.
Tanakópulos recalcó que el Gobierno «no aceptará nuevas medidas de austeridad».
El ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, por su parte, sigue sin querer mostrar sus cartas sobre el punto en que se encuentran las negociaciones, pero sí ha dejado claro que lo que quiere Atenas es una solución «política» en el Eurogrupo del próximo lunes.
«Queremos una solución política el 20 de febrero y después podemos hablar de los detalles», dijo Tsakalotos en una entrevista ayer con la cadena privada de televisión griega ANT1.
Tsakalotos reconoció que la reducción del mínimo exento de impuestos -actualmente en 8.636 euros anuales y una de las reivindicaciones del FMI- es algo que se está negociando, pero añadió que en el «paquete» completo también tiene que haber «medidas positivas» para los ciudadanos. EFE