Las instituciones y Grecia desbloquean el rescate a cambio de más reformas
Laura Pérez-Cejuela. Bruselas, 20 feb (EFE).- Grecia, sus acreedores europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegaron hoy a un acuerdo para que los supervisores de las instituciones regresen a Atenas, cuyo Gobierno se ha comprometido a negociar un paquete de reformas adicionales para lograr cerrar la segunda revisión de su rescate.
«El resultado de hoy es que las instituciones volverán a Atenas en un plazo muy corto de tiempo», dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en una rueda de prensa al término de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona en la que se consumó el acuerdo.
Dijsselbloem indicó que los acreedores europeos -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Mecanismo Europeo de Estabilidad- y el FMI trabajarán con las autoridades griegas en «un paquete adicional de reformas estructurales» en el sistema fiscal, el sistema de pensiones y el mercado laboral.
En concreto, fuentes del Gobierno heleno indicaron que Grecia ha aceptado legislar reformas adicionales a partir de 2019 con las que se supone que el país podría obtener un superávit primario del 3,5 % del producto interior bruto (PIB) a partir de esta fecha, condición de su tercer programa financiero y punto de fricción con el FMI.
Atenas cedería así ante las exigencias del Fondo, que a cambio de su participación en el rescate pidió medidas adicionales por un total de 3.600 millones de euros, lo que corresponde al 2 % del (PIB).
Dijsselbloem, sin embargo, rechazó poner cifras al impacto que tendrán las reformas o dar detalles sobre las mismas, ya que tendrán que ser detalladas por los equipos de técnicos, cuya vuelta a Atenas, por otra parte, tampoco tiene aún fecha precisa.
«Habrá un cambio en el rumbo» en el programa, subrayó, «que se alejará de la austeridad y pondrá más énfasis en las reformas profundas» estructurales, dijo Dijsselbloem, quien añadió que este era un «elemento clave para el FMI».
Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, dijo que el objetivo es «crear un paquete que sea equitativo», que incluya esfuerzos, pero a la vez medidas en favor del crecimiento y el empleo.
Dijsselbloem señaló que, en función de «la envergadura de las reformas» que adopte Grecia, el país tendrá «espacio fiscal que podrá ser utilizado para adoptar medidas que potencien el crecimiento» y afirmó que Grecia puede empezar ya a hacer propuestas en este sentido para pactarlas con las instituciones.
El pacto de hoy, sin embargo, no es un «acuerdo político» para el cierre de la revisión, insistió el también ministro de Finanzas holandés, ya que una vez que Atenas y las instituciones alcancen un consenso «técnico» sobre las reformas, este deberá recibir el visto bueno del Eurogrupo.
Solo entonces pasará a discutirse la trayectoria fiscal del país a partir de 2018, en particular hasta cuándo deberá mantener Grecia su superávit primario del 3,5 %, y la concesión de un mayor alivio de la deuda, punto que solo se tratará al término del programa de rescate.
«Aún queda mucho trabajo por hacer», dijo Dijsselbloem, quien admitió que la «combinación» de reformas que se exigen a Grecia es «difícil» de acometer.
Preguntado por la participación del FMI, con la que cuentan las instituciones europeas y que exigen países como Alemania, el presidente del Eurogrupo aseguró que su objetivo es que el Fondo «se embarque» en el programa y afirmó que las medidas acordadas hoy «son del gusto del FMI».
En este sentido, confió en que si las reformas adoptadas por Atenas son realmente sustanciales permitirán mejorar la situación presupuestaria de Grecia y la sostenibilidad de su deuda, algo que el Fondo considera crucial.
Con respecto al calendario para los siguientes pasos, Dijsselbloem afirmó que «no hay un problema de liquidez en el corto plazo para Grecia», pese a que el país afronta en julio pagos por valor de 6.257 millones de euros en vencimientos de deuda.
No obstante, «todos tenemos una sensación de urgencia por el tema clave de la confianza», ya que «si queremos que el crecimiento económico en Grecia continúe la confianza es un factor clave», insistió.
El acuerdo de hoy es solo un primer paso que ha permitido acabar con el impase en que estaba el rescate griego desde diciembre pasado, pero está lejos de ser suficiente para que los socios de Atenas den luz verde al próximo desembolso de su rescate. EFE