Grecia y sus acreedores siguen en punto muerto y sin visos de acuerdo próximo
Atenas, 6 mar (EFE).- Grecia y sus acreedores no logran avances sustanciales en las negociaciones en curso sobre la segunda evaluación del programa de rescate, lo que aleja las posibilidades de alcanzar un acuerdo técnico de cara al Eurogrupo del 20 de marzo.
Según la prensa griega tanto el ministro de Finanzas heleno, Euclides Tsakalotos, como la de Trabajo, Efi Ajtsioglu, abandonaron la reunión del domingo con los acreedores tras mantener el Fondo Monetario Internacional (FMI) sus posiciones maximalistas en materia laboral.
El jefe del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling, aseguró en declaraciones a la agencia japonesa Nikkei que «no se excluye un acuerdo de cara al próximo Eurogrupo, pero no está garantizado» porque «queda mucho trabajo por hacer».
Uno de los asuntos en los que Grecia y sus acreedores es la reforma del mercado laboral.
Ajtsioglu reiteró en la última reunión los deseos de Atenas de recuperar la negociación colectiva, que fue eliminada en anteriores memorandos, y sus propuestas para el establecimiento del salario mínimo, entre otras.
Una fuente del Gobierno, citada por la prensa local, aseguró que el FMI se mantiene en sus exigencias de aumentar del 5 % al 10 % el número de empleados que una empresa con más de 250 trabajadores puede despedir al mes, mientras que rechaza de plano la recuperación de la negociación colectiva.
Los acreedores, además, no han recibido en buen grado, según las mismas fuentes las propuestas gubernamentales para compensar las medidas de recorte que acuerde aplicar con sus acreedores a partir de 2019 -una vez concluido el actual programa de asistencia- y que podrían alcanzar el montante del 2 % del producto interior bruto (PIB).
Estas contemplan reducir impuestos como el que grava la propiedad inmobiliaria (ENFIA) o el IVA sobre la energía y la alimentación.
Los acreedores de Grecia -Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE), MEDE y FMI- insisten por su parte en que el país debe reducir los impuestos a las empresas, y rechazan las reducciones fiscales que consideran medidas con «criterios políticos».
Por otro lado Atenas tiene un serio desacuerdo con el FMI respecto al superávit primario -antes del pago de la deuda- pues mientras que el Gobierno heleno considera que en 2016 se situará claramente por encima del 2 %, muy superior al 0,5 % acordado en el memorándum, el Fondo cree que, a falta de datos definitivos -que se publicarán en mayo- el superávit será del 0,9 %, y pide medidas adicionales.
En ese sentido el optimismo del Gobierno recibió un varapalo hoy con los datos de la oficina helena de estadísticas (Elstat), que corrigió drásticamente a la baja sus datos del producto interior bruto (PIB) del cuarto trimestre.
La economía de Grecia se contrajo, según Elstat, un 1,2 % en el cuarto trimestre de 2016 en comparación con los tres meses precedentes, mientras que en sus datos acelerados publicados en febrero, había partido de un retroceso de tan solo el 0,4 %.
Mayor fue aún la corrección a la baja en la comparación interanual, y así el PIB cayó un 1,1 % en relación con el último trimestre de 2015, en lugar de un crecimiento del 0,3 % calculado inicialmente.
Mientras se conocían estos datos el primer ministro griego, Alexis Tsipras, presentaba ante su Consejo de Ministros los principales ejes de su estrategia para el crecimiento sostenible del país hasta el 2021, y aseguró que «Grecia ha pasado página» en la crisis económica.
Tsipras aseguró que su objetivo es «estabilizar el crecimiento, recuperar el ingreso perdido en los años de la crisis, reducir el desempleo, poner fin a la fuga de cerebros y reducir las desigualdades sociales y regionales».
Según la prensa helena, el próximo Grupo de Trabajo del Eurogrupo, que se celebrará el jueves, será clave para el transcurso de las negociaciones, pues allí ser decidirá sobre si, en función de lo avanzado de las negociaciones, la delegación de los acreedores vuelve a Atenas o si continúan las negociaciones a través de teleconferencia. EFE