Acreedores y Atenas se reúnen la próxima semana en nuevo intento de acuerdo
Bruselas, 9 mar (EFE).- Los acreedores europeos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las autoridades griegas se reunirán la semana próxima para intentar alcanzar un acuerdo que permita cerrar la segunda revisión del rescate heleno, después de que la supervisión sobre el terreno haya terminado hoy sin consenso.
«Se han programado reuniones de seguimiento para la próxima semana a la vista del próximo Eurogrupo del 20 de marzo. El objetivo es concluir rápidamente un acuerdo técnico», dijo en un comunicado un portavoz del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate de la eurozona.
El MEDE señaló que durante la misión «se han hecho importantes progresos para conseguir un paquete fiscal equilibrado para el periodo posterior al programa y en cierto número de reformas clave, sobre todo para el sector financiero».
Recordó que también tomó parte en las discusiones en Atenas el FMI, que actualmente solo presta apoyo técnico al rescate y debe decidir si participa financieramente en él, algo con lo que cuentan los acreedores y que exigen varios países de la eurozona, con Alemania a la cabeza.
Los representantes de los acreedores de Grecia – MEDE, Comisión Europea y Banco Central Europeo- y del FMI se marcharon hoy de Atenas sin conseguir llegar a un acuerdo con los negociadores griegos sobre aspectos fundamentales de la segunda evaluación del rescate.
El principal punto de fricción, según medios locales, sigue siendo la reforma del mercado laboral, sin que Grecia y el FMI, el más exigente al respecto, hayan conseguido acercar posturas.
Por otro lado, los acreedores exigen a Grecia un recorte de 1.400 millones de euros en el sistema de pensiones, además de una reducción del mínimo exento de impuestos.
El FMI pide, además, una serie de recortes que considera necesarios para que Grecia alcance el objetivo de superávit primario -antes del pago de la deuda- del 3,5 % en 2018, algo en lo que difiere de los europeos, que piensan que no son necesarios.
También hay divergencias entre ambas partes en el tipo y cantidad de medidas de recorte a aplicar cuando finalice el programa de rescate actual, a partir de 2019, así como en las contramedidas que el Ejecutivo de Atenas quiere adoptar para amortiguar el efecto sobre la población.
Grecia y sus acreedores, no obstante, consiguieron acordar en estos días otros temas como el arreglo extrajudicial de las deudas morosas de las empresas con los bancos o ciertas medidas de reforma del sistema financiero.
La segunda revisión del tercer rescate heleno, cuya conclusión es imprescindible para que pueda avanzarse en los desembolsos, lleva meses estancada, aunque las partes insisten en que por el momento la situación no es urgente ya que Grecia tiene liquidez para hacer frente a sus pagos. EFE