Aumentan autolesiones y depresión en niños refugiados por acuerdo UE-Turquía
Madrid, 16 mar (EFE).- Las «terribles» condiciones de vida de los refugiados en las islas griegas, «resultado del acuerdo firmado hace un año entre la Unión Europea (UE) y Turquía», han causado un «aumento alarmante» de las autolesiones, agresiones, ansiedad y depresión entre los niños, revela hoy Save The Children.
El informe «Una marea de autolesiones y depresión» muestra el «devastador» impacto del acuerdo, al crear una condiciones que «han forzado a miles de familias y a más de 5.000 niños a vivir en centros similares a los de detención» y que están «minando la salud mental y el bienestar general de los menores», según la ONG.
Las autolesiones aumentaron en niños de solo 9 años, mientras menores de 12 han intentado suicidarse, al tiempo que han crecido los casos de drogadicción y alcoholismo entre los adolescentes, en claros intentos de escapar de su «dolorosa realidad», se explica en el documento.
Los activistas de la ONG han visto en campamentos como los de Quios, Leros y Lesbos a menores no acompañados que viven en «modo de supervivencia las 24 horas» y duermen por turnos para intentar mantenerse seguros, y también han desaparecido «muchos» niños que viajaban solos, cuya extrema vulnerabilidad es explotada por los traficantes de personas.
«El acuerdo entre la UE y Turquía debía parar el flujo de «migrantes irregulares» a Grecia, pero ¿a qué precio?», se pregunta Andreas Ring, representante humanitario de Save the Children en Grecia.
Los equipos de la ONG sobre el terreno han detectado «un alarmante deterioro en la salud mental de los niños» y temen que «una generación de jóvenes esté desarrollando trastornos a largo plazo, como depresión, ansiedad por separación, ansiedad excesiva y estrés postraumático, también asociados a enfermedades físicas como la diabetes o problemas cardíacas».
Muchos de esos niños han escapado de la guerra para terminar en campos que muchos llaman «el infierno» y donde dicen que «se les hace sentir más como animales que como seres humanos».
«Si las condiciones no cambian, acabaremos con una generación de niños insensibilizados que piensan que la violencia es lo normal. La investigación, no obstante, muestra que aún pueden reponerse y que cuanto antes les empecemos a ayudar, antes se recuperarán», dice la ONG.
Ring explica que «los espacios seguros de Save the Children dan a los niños y jóvenes algo que hacer y un lugar donde estar todos los días. Pero esto se acaba aquí. Porque intentar estabilizar y reducir los problemas psicosociales que afrontan es una batalla perdida mientras sigan viviendo en ambientes inseguros e inestables».
La ONG hace un llamamiento a la UE y al Gobierno griego para que actúen de inmediato y pongan fin a «la detención ilegal e injustificada de niños refugiados y migrantes», y «trasladen a los menores y a las familias a entornos seguros».
También que «creen más opciones de alojamiento para los 2.100 menores no acompañados y especialmente vulnerables», además de «transferir a los niños con problemas de salud mental a lugares donde puedan recibir apoyo».
Save the Children trabaja en Grecia desde agosto de 2015, y tiene programas en el norte del país, Atenas, Kos, Leros, Quíos y Lesbos de apoyo a familias y a niños a través de programas de protección infantil, salud, nutrición y educativos que hasta ahora han llegado a más de medio millón de personas. EFE