Dijsselbloem admite que Grecia necesitará alivio de deuda para ser sostenible
Bruselas, 27 abr (EFE).- El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, consideró hoy que será necesario que los acreedores concedan alivio de deuda a Grecia para que su economía vuelva a ser sostenible y abogó por que se suavicen las exigencias fiscales que deberá cumplir el país al término de su rescate financiero.
El también ministro de Finanzas holandés abrió así la puerta a cumplir dos de las demandas esenciales que hace el Fondo Monetario Internacional (FMI) para participar financieramente en el rescate, y que están en el fondo de las discrepancias con los acreedores europeos que impiden el cierre de la segunda revisión del rescate.
Dijsselbloem compareció ante la Eurocámara para hablar del rescate griego y se mostró confiado en que Grecia y las instituciones llegarán a un acuerdo para cerrar la revisión «antes de finales del mes que viene».
«Creo que el periodo de diez años con el 3,5 % de superávit primario de objetivo debería ser recortado», dijo Dijsselbloem en referencia a una de las condiciones clave que Grecia deberá cumplir como parte de su rescate.
Los acreedores exigen al país que mantenga este 3,5 % de superávit primario a «medio plazo» pero las instituciones europeas -Comisión Europea, Banco Central Europeo y Mecanismo Europeo de Estabilidad- y el FMI discrepan sobre cuántos años en concreto deberían fijarse.
Mientras desde Europa defienden que Grecia ha sobrepasado los objetivos fiscales de su programa con un 3,9 % de superávit primario, como recordó el propio Dijsselbloem, el FMI duda de que Atenas pueda mantener el 3,5 % durante una década y además aboga por un mayor alivio de la deuda helena.
«Discutiremos sobre el alivio de deuda y se necesitará alivio de deuda para encontrar esta solución, es mi opinión y creo que es compartida por el Eurogrupo», dijo Dijsselbloem a este respecto.
«Es el único modo en que podrán volver a una trayectoria sostenible y un futuro económico sostenible», agregó.
El ministro holandés precisó, no obstante, que la trayectoria fiscal y el alivio de deuda no se abordarán hasta que haya un acuerdo definitivo sobre las medidas de recortes de pensiones y fiscales que Grecia debe aplicar en 2019 y 2020.
«Todo esto permitirá a todas las instituciones llegar a la conclusión de que los números contribuyen y que el FMI participe», dijo Dijsselbloem.
«El PE tiene mi compromiso personal de que lideraremos ese acuerdo para Grecia en mayo. Necesitamos hacerlo en mayo», incidió el ministro en referencia al pacto que permitirá desembolsar un nuevo tramo de ayuda de cerca de 7.000 millones de euros.
Los eurodiputados urgieron a alcanzar este acuerdo y defendieron la necesidad soluciones «realistas».
Parlamentarios de todos los partidos llamaron a reconocer los sacrificios de los griegos, considerar un mayor alivio de la deuda y permitir que se tomen medidas sociales y de impulso del crecimiento en el país.
«Un acuerdo político general es urgente para mantener el impulso positivo y para que Grecia sea incluida en el programa del Banco Central Europeo» de compra de bonos, dijo el eurodiputado socialista italiano Roberto Gualtieri.
La eurodiputada francesa del Partido Popular Europeo Françoise Grossetête defendió por su parte que es necesaria «una mejora sostenible» y llamó a aprovechar el «compromiso reformista» que muestra ahora el Gobierno heleno.
La comparecencia en pleno de Dijsselbloem era muy esperada después de que el presidente del Eurogrupo fuera criticado por los eurodiputados por su falta de disponibilidad para participar en el debate sobre Grecia, así como por las peticiones de dimisión que ha recibido por los grupos de la Eurocámara a raíz de sus comentarios sobre los países del sur de la eurozona.
En este contexto, Dijsselbloem comenzó su intervención «lamentando» no haber podido participar en ocasiones anteriores por sus obligaciones como ministro en su país y aseguró que no hubo «mala voluntad» en ello.
Asimismo, en referencia a los comentarios en una entrevista con un diario alemán en los que sugirió que países de la eurozona gastaron en «copas y mujeres», reiteró que fue «desafortunado» que se ligaran a los países del sur y que lamenta si ofendieron porque «no era su intención insultar».
Esto no impidió que varios eurodiputados esgrimiesen críticas y reiterasen sus peticiones de dimisión, como el eurodiputado español de los Verdes Ernest Urtasun o el popular Gabriel Mato, si bien el tono fue más bajo que en ocasiones previas. EFE