Égina para recordar
Linda Baseggio.- Égina está tan cerca de Atenas que puedo permitirme el lujo de no oír el despertador, perder dos barcos y todavía conseguir visitarla (casi) entera. En los 40 minutos de trayecto en Flying Dolphin (13 euros sin descuento para estudiantes los fines de semana) tengo justo el tiempo para recordar con afecto el día de septiembre de hace dos años cuando, sin hablar una palabra de griego pero muy bien acompañada, desembarqué en ésta que fue mi “primera” isla griega. Entonces -habrá sido la novedad, el amor o la fiesta del Pistacho-, Égina me pareció la isla más maravillosa del mundo universal. Hoy no es la fiesta del Pistacho. … Seguir leyendo