Migrantes lanzan piedras contra refugiados en frontera Grecia con Macedonia
Atenas, 4 dic (EFE).- Un grupo de personas que esperan poder cruzar la frontera entre Grecia y Macedonia, en su mayoría procedentes de Marruecos, Irán y Pakistán, lanzaron hoy piedras a ciudadanos de Siria, Afganistán e Irak, los únicos que tienen permitido la entrada en territorio macedonio.
La Policía se colocó entre los dos grupos para impedir el lanzamiento de piedras y desde la parte macedonia las autoridades enviaron una tanqueta lanza-agua.
Hace dos semanas, el Gobierno de la Antigua República Yugoslava de Macedonia decidió permitir el paso solamente a sirios, afganos e iraquíes con el argumento de que Serbia, Eslovenia y Croacia habían adoptado esta medida con antelación.
Esto ha provocado que entre 2.000 y 3.000 personas, según los medios, estén atrapadas y algunas se hayan enfrentado al resto por lo que consideran una situación privilegiada.
Además, los intentos de saltar la valla que separa ambos países han provocado disputas con la Policía y la muerte de un joven marroquí ayer electrocutado.
El campo de tránsito situado en la localidad griega de Idomeni está congestionado, por lo que muchos han sido trasladados a la vecina Políkastro hasta que se desbloquee la situación.
En las últimas horas, de acuerdo con cifras de la Policía, unas 1.100 personas han cruzado la frontera hacia Serbia con destino a los países del centro y norte de Europa.
La televisión pública griega informó hoy de que la Policía ha iniciado controles en las carreteras que unen Atenas y Salónica para dejar pasar solo a aquellos a los que Macedonia permite la entrada.
Amnistía Internacional (AI) ha instado al Gobierno macedonio a interrumpir esta política selectiva.
«Instamos a Macedonia a poner fin a su política discriminatoria en la frontera, lo que está alimentando las tensiones. Miles de personas están atrapadas entre la espada y la pared, en condiciones extremas y sin posibilidad de solicitar asilo», señaló la directora adjunta de AI para Europa y Asia Central, Gauri van Gulik, en un comunicado.
Añadió que todo el mundo que desee solicitar asilo «tiene derecho a hacerlo, independientemente de su nacionalidad» y recalcó que los países «tienen la obligación de tratar a los solicitantes de asilo con dignidad y respeto».
El ministro griego de Migración, Yanis Muzalas, señaló ayer en el Parlamento que Atenas acogerá a parte de los que no pueden cruzar la frontera y que el problema se va a resolver en un máximo de 10 días sin hacer uso de la violencia.
Tras las críticas recibidas por otros Estados de la Unión Europea (UE) sobre la gestión de los flujos de refugiados y la presunta amenaza de expulsión de la zona Schengen, Grecia ha aceptado el despliegue de una misión especial de Frontex en su frontera norte.
La semana que viene la Agencia Europea de Control de Fronteras (Frontex) enviará a sus equipos de intervención rápida (RABIT) para ayudar a las autoridades locales en las tareas registro.
El Gobierno griego pidió ayer a la UE la activación del mecanismo de protección civil para aprovisionar los centros de acogida y contar con autobuses y ambulancias.
«Grecia pidió oficialmente la ayuda de Frontex en septiembre y en octubre. De todo lo que le pedimos, Frontex ofreció alrededor de un 10 %», afirmó hoy la portavoz del Gobierno, Olga Yerovasili, en unas declaraciones a la cadena privada Skai.
Yerovasili reconoció, sin embargo, que ha habido retrasos en la creación de los centros de identificación en las islas.
Para contestar a las críticas sobre que Grecia no repatría a sus países de origen a los migrantes económicos en situación irregular, el Gobierno publicó hoy las cifras de los ciudadanos retornados en noviembre, un total de 1.539, en el marco de los programas de repatriación voluntaria de la Organización Internacional para las Migraciones y de regreso forzado de la policía griega.
El mayor número de retornos se llevó a cabo hacia Albania (1.352), Pakistán (80), Turquía (25), Serbia (22), Bulgaria (20), Irak (17), Irán (15) y Georgia (8). EFE