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Dinastía

enero 15, 2016 7 Columnas, La Lola se va a los puertos, Lo Ultimo No hay comentarios

Ahora que andamos con la política revolucionada, con constituciones de parlamentos por aquí y por allá, y con elecciones de presidentes de partidos, me viene a la cabeza una sensación que he venido teniendo desde que vivo aquí: los griegos mucha república, mucha república, pero les gusta una dinastía más que a un tonto un lápiz.

La Lola

La Lola

De entrada, a la Reina Sofía, sí, a nuestra emérita, la tienen en un pedestal, y en cuanto se enteran de que eres española, les falta tiempo para ensalzarla. Que me pregunto yo muchas veces (bueno, y de hecho una vez se lo pregunté a uno de los que tanto insistía en las bonanzas de su majestad, y casi causo un incidente diplomático), lo que me pregunto, digo, es que, si tan bien les parecía Sofia y tan orgullosos se sentían de ella, ¿porque no se la quedaron, en lugar de mandárnosla a nosotros?. Oye, y con todo el respeto lo digo ¿eh?.

En fin, que expulsados los Reyes (eso sí, mediante referéndum, que con eso aquí no se juega, ni se teme), debieron quedarse un poco como huérfanos de familia principal, y se dijeron: “no importa, esto lo solucionamos nosotros a nuestra manera”, y surgieron las dinastías políticas.

O sea, tú te vas a la wikipedia y pones “Primeros ministros de la República Helénica” y puedes llegar a creer que los griegos no solo inventaron la democracia, sino también la inmortalidad. Te dices ¿pero cómo es posible que Vulgaris (por coger uno a boleo), fuera primer ministro en 1802 y luego en 1884. Luego miras el nombre y caes “Ah no, que uno era Dimitrios y otro Petros”.

Claro que hay casos en los que hasta el nombre es el mismo. Mira los Papandreu. El abuelo Giorgos, el padre Andreas y el nieto Giorgos otra vez (que ya os he contado que es consume poner el nombre del abuelo). O Konstantinos Karamanlis y Konstantinos Karamanlis, estos tío y sobrino.

Bueno, pues parece que esta tradición se perpetúa, porque acaban de elegir presidente de Nueva Democracia, partido a la sazón en la oposición, a Kiriakos Mitsotakis, cuyo padre, Konstantinos Mitsotakis fue primer ministro durante seis meses en el año 1918. Grecia ahí siempre, dando ejemplo de gobiernos estables.

No sabemos si este chico llegará a primer ministro, pero no hay ninguna duda de que en su familia, querencia al poder, sí que hay. Antes que él, su hermana también lo intentó. Claro que en este caso había que ser un experto en dinastías para saberlo, porque usaba el apellido del marido, Vakoyiannis. Ahora que estuvo cerquita, cerquita. Llegó a ser Ministra de Exteriores, Alcaldesa de Atenas (del 2003 al 2006, o sea, cuando los Juegos Olímpicos, no te digo más) y Ministra de Cultura. Luego, las cosas que tiene la política, se le cruzó por medio Samarás y hasta se fundó su propio partido para volver al poco al de toda la vida con las orejas gachas y a hacer de “contingente”.

Yo, que muy puesta en la política griega no estoy, de Kiriakos he oído cosas que, más que en un debate del parlamento, se oirían en un programa tipo “Sálvame” (si no lo conoces, con que te diga que igual lo podrían haber llamado “Basura televisiva”, te vale). Que si desde que es diputado han tenido que hacer más anchas las puertas del parlamento para que puedan pasar él y su cornamenta. Que si cómo va a tomar las riendas del partido (y quién sabe si del país) un hombre que ni siquiera ha podido poner orden en su casa. En fin, lindezas varias, pero el caso es que ahí está.

Y me pregunto yo: ¿de dónde sale esta inclinación a seguir los pasos políticos familiares? ¿Es que los griegos han sido siempre de llevarse a sus hijos al trabajo? ¿Es un gen que tienen? ¿Es que no valen para otra cosa? ¿O será (otra vez mi descreimiento en la politica, qué le vamos a hacer) que, como los hijos de “El Chapo” (el narcotraficante mexicano), no quieren dejar de meter mano en la pasta gansa?.

Ahí te dejo para que te contestes tú, que ya es viernes y me quedan horas para que mis herederos vuelvan del cole y tenga que ocupar el tiempo en reflexiones menos profundas.

Buen fin de semana.

Lola Larreina para AtenasDigital.com

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