La información es un bien escaso en los campos de refugiados de Grecia
Ingrid Haack. Atenas, 29 mar (EFE).- Maaria y Ahmed son afganos. Junto a más de 5.000 personas están atrapados en el puerto ateniense de El Pireo, sin saber qué va a ser de ellos, pero con la esperanza de que en algún momento podrán salir de Grecia.
Maaria tiene 33 años, tenía un buen trabajo y una buena casa en Kabul, pero el constante estallido de bombas y las continuas amenazas telefónicas por trabajar siendo mujer en una empresa multinacional «entre extranjeros», hizo que optaran por echarse a caminar y sumarse al éxodo de tantos otros. … Seguir leyendo