Hablar por hablar
Levántate el lunes, después de quince días de vacaciones escolares, prepara el desayuno y las comidas de los niños, discute con ellos como todas las mañanas: que si tengo sueño, que si me duele la tripa, que si no quiero ir al cole… Consigue que preparen sus mochilas y se metan en el coche a tiempo. Despídeles en la puerta, date una ducha, vístete y piensa… ¡Por fin, el día es mío y solo mío!… para que media hora después, cuando has empezado a contestar los treinta email atrasados y a hacer la lista de las cosas que no has podido hacer en quince días, te llamen del cole para que vayas a buscar a la niña, que no se encuentra bien. Así de triunfal empezó mi semana. … Seguir leyendo